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Al igual que en 1988, la actual lucha contra el fraude electoral se ha trasformando en un destacado capitulo de la historia de la lucha de los que queremos que las cosas cambien para salir de la miseria contra aquellos, la burguesía y sus partidos el PAN y el PRI, que pretenden que las cosas sigan iguales para que sus multimillonarias fortunas sigan creciendo a costillas nuestras.

40 compañeros de la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Internacional, nos dimos cita en la casa del gran mártir de la clase obrera, León Trotsky, para decir adiós a uno de los grandes revolucionarios que al igual que los clásicos del marxismo, dio su vida entera por la revolución, Ted Grant.

A sus 93 años de edad nuestro gran camarada y dirigente Ted Grant, ha fallecido. Esta es una triste noticia para el movimiento marxista internacional y para los obreros de todo el mundo.

Un nuevo volante de la Liga Internacional de los Trabajadores y El Militante Sin Fronteras. Sólo es el principio de la movilización: el siguiente paso, la huelga general en México.

Un factor que es muy importante destacar respecto a la pasada campaña electoral y la contienda del 2 de julio, son las lecciones que todos los trabajadores debemos sacar al respecto. Sin soslayar estos episodios, es preciso destacar que la lucha contra la política de la burguesía no termina en las elecciones pasadas ni en la lucha contra el fraude.

El fraude electoral se ha consumado. La burguesía ha puesto en marcha todo su aparato ideológico para justificarlo; los medios impresos y la televisión no dejan de repetir a cada instante que “las elecciones fueron ejemplares”, ahora nos dicen que se deben respetar los resultados y reconocer al ganador.

Durante el tercer informe de gobierno Vicente Fox declaró: “La contienda electoral de 2006 está abierta, desde ahora está abierta”, para algunos esta declaración en fecha tan temprana podría haber sólo una muestra de su conocida discapacidad mental,que ya lo han hecho famoso internacionalmente, no obstante la expresión mostraba en realidad el deseo de la burguesía por asegurar una sucesión adecuada a sus necesidades.